Cuatro fundamentos

Cuatro fundamentos constituyen un cuádruple análisis de la sostenibilidad

Ambiente

La naturaleza es dinámica en sí misma y en ocasiones, convulsa. Los seres humanos son sus beneficiarios y sus víctimas. También son agentes, interactuando con ella y con los procesos naturales. A lo largo de miles de años, la especie humana se ha convertido en una de las fuerzas de la naturaleza, parte crítica de su destino, sobre todo a día de hoy y en un futuro Quizá, la especie humana pueda ser un catalizador de una convulsión en el curso de la historia natural. Conforme la naturaleza se convierte cada vez más en objeto del artificio humano, su futuro pasa al primer plano de la conciencia humana. «¿Qué hemos hecho con la naturaleza?» ―podríamos preguntarnos. ¿Cuáles son las formas y efectos de nuestra intervención? ¿Cuáles son las implicaciones para nuestra especie de nuestro nuevo papel como fuerza de la naturaleza y cuál es la responsabilidad que conlleva? ¿Cómo podemos crear un hogar viable para nosotros y las demás formas de vida del planeta?

Cultura

Es la materia de nuestra naturaleza humana, nuestra subjetividad, nuestros significados comunes y nuestros recuerdos. La cultura es el pegamento de la semejanza (literalmente, de la identidad) que aglutina nuestra sociabilidad. También es la base de la diferencia o de las culturas en plural, los diversos niveles de combinaciones que forman la pluralidad de personas: Modos de ver, modos de pensar, modos de significar, modos de relacionarse mutuamente, modos de conectar con la naturaleza. El desafío de la cultura consiste en forjar una diversidad productiva para la especie humana (etnia, género, ecosistema), así como alimentar las fuentes de la cohesión y lo común.

Economía

Aquí sospesamos las dinámicas de nuestra vida material, el modo en que, a través de nuestras relaciones sociales y del empleo de herramientas, aplicamos nuestra actividad con el mundo material para satisfacer nuestras necesidades humanas. El desafío consiste en crear sistemas económicos que sean ambientalmente sostenibles, que no destruyan ni dañen nuestras fuentes de vida como seres naturales. Tales sistemas necesitan ser culturalmente viables, que no dañen nuestra identidad y, en último término, cuanto es humano en nuestra naturaleza. Necesitan ser socialmente viables, para que no creen tensiones destructivas e injusticias insostenibles en torno a ejes de desigualdad de acceso a los recursos materiales y sociales.

Sociedad

A estas perspectivas necesitamos incorporar nuestros sistemas de regulación, gobierno y redistribución de recursos. ¿Qué permite la participación de todos en cuanto seres sociales y también autónomos? ¿Qué posibilita una buena ciudadanía? ¿Cómo creamos, gestionamos y propagamos el conocimiento? ¿Cómo aseguramos la justicia? ¿Cómo integramos los cuatro fundamentos de ambiente, cultura, economía y sociedad para que podamos sostener nuestro futuro y vivir en plenitud nuestro potencial humano?

La Red de Investigación de Sostenibilidad pretende situar lo experimentado aquí y ahora bajo el contexto de la perspectiva a largo plazo, más amplia y más profunda, de los cuatro fundamentos de la sostenibilidad.